Analizamos un estudio reciente que valora la posición del cuello cuando miramos y tecleamos en el móvil durante largo tiempo.
En el presente, el uso del móvil se ha extendido por toda la población, y con ello la tecnología ha llegado a nuestras manos. Los smartphones, han provisto de mini ordenadores a las manos de los usuarios. Con ellos, aplicaciones móviles de texto y mensajería instantánea nos comunican con nuestro entorno laboral o social. Esto hace que tengamos que teclear y mirar el móvil frecuentemente, y , con ello, mirar hacia abajo mientras que escribimos o leemos. Al realizarlo, adoptamos una posición de flexión de cuello con hombros adelantados, elongamos la musculatura posterior y, en teoría, el grupo de músculos posteriores como son el trapecio superior, esplenio de la cabeza, esplenio del cuello, longisimo, epiespinales y la musculatura profunda como los multífidos, van perdiendo capacidad de acortamiento y tono muscular y esto puede conllevar a una fatiga y a un déficit energético que produzca un punto gatillo miofascial, un nódulo con banda tensa que produzca dolor local o referrido, además de generar patrones de movimiento erróneos o compensatorios.
Ante la creciente exposición a todo lo mencionado, un grupo de investigadores se propuso analizar si la utilización de los smartphones en población joven entre 18 y 21 años, con el uso continuado del móvil aumentaba su dolor de cuello.
El grupo de Damasceno estudió a 150 jóvenes del estado de Rio de Janeiro en Brasil, y mediante un cuestionario (The Young Spine Questionnaire), preguntas sobre factores antropométricos, sociodemográficos, tiempo que pasan escribiendo en el móvil, qué postura adoptan cuando usan el móvil, qué capacidades visuales tienen, qué percepción de sobrecarga y fatiga tienen antes y después de usar el móvil, y el análisis de un grupo de fisioterapeutas, determinaron que el uso del móvil no aumenta la prevalencia de tener dolor de cuello. Esto nos cuestiona nuestra conciencia general sobre el efecto que tiene la postura mantenida sobre el dolor de cuello y de espalda.
El dolor es un mecanismo de defensa del cerebro cuando cree que existe un peligro sobre la zona que quiere proteger y que es sobre la que refleja el dolor. El dolor es una respuesta de neuronas que se conectan entre si en el cerebro en el que influye la información que llega de los receptores de los tejidos, las experiencias previas sobre esa información, las expectativas, cómo se resolvieron en el pasado esas situaciones, y cómo está el organismo en general, situación del sueño, alimentación, estrés, sistema inmunológico, hormonal,digestivo,etc.
La neurociencia actual y,estudios como el de Damasceno publicado en la European Journal of Spine, aclaran que no sólo hay una única causa para producir dolor de cuello, y que hay que valorar otros aspectos.