Hoy trataremos un tema que desgraciadamente cada vez están más presentes en nuestras consultas. Son las fracturas por estrés.
Las fracturas por estrés son pequeñas fisuras que se producen en los huesos como consecuencia de un sobre esfuerzo físico repetitivo o debido a un incremento del ejercicio en durante un periodo largo de tiempo sin haber preparado antes al organismo de forma prudencial.
Nos puede servir como ejemplo personas que comienzan a prepararse unas pruebas físicas y se ven obligados a incrementar su volumen de entrenamiento.
A diferencia de una fractura común, este tipo de lesión no viene asociada a un único golpe fuerte. Todo lo contrario, están producidas por numerosos pequeños traumatismos en un mismo punto que terminan por fisurar el hueso.
Este tipo de lesiones se suelen producir en deportes que impliquen impacto tales como baloncesto, tenis, pádel, correr,…
En cuanto al pie se refiere, este tipo de lesión se da fundamentalmente en los metatarsarsianos, ya que son huesos finos y alargados, muy expuestos a los impactos procedentes del suelo.
Es una lesión que en ocasiones resulta difícil de diagnosticar, ya que el dolor en los primeros días suele venir acompañado de una inflamación de la zona por lo que si realizamos alguna prueba complementaria para su diagnóstico, esa inflamación puede hacer que no apreciamos la fisura en el hueso.
Dicho todo esto, cuando tengamos dolor en la zona de los dedos tras un ejercicio físico, recomendamos cesar la actividad deportiva durante unos días y si al retomar el ejercicio el dolor persiste acuda a su podólogo de confianza para que realice las pruebas pertinentes e inicie un tratamiento específico para curar la lesión.